Una tradición fuerte
Se avecinaba la tarde, el sol estaba a punto de ponerse y estaba sola en la misma banca en donde lo había encontrado, recordando aquellos instantes de felicidad que había tenido junto a él y se preguntaba -aún se sigue preguntando- ¿por qué?, y no halló la respuesta... como siempre se resignó a seguir en lo que estaba, transitar de burbuja en burbuja, riendo de las cotidianidades de la vida con su infaltable cigarro, en esta travesía... que a decir verdad es bastante larga... pero ella es feliz con lo que tiene, con lo que el destino le deparó... sin mas, ella agarra su bolso y comienza a desplazarse finalmente... a su hogar
2 Comments:
A quien espias?
no se me ocurre...
besitos en el cuello...
jajaja
xaus...
mmmm
esas situaciones son realmente cuaticas...
ufff me quede en blanco...
chucha
upsss
jajaj
bueno sera
besitos cuidate
chauu
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